sábado, 6 de diciembre de 2008

¿Qué es ser emigrante?


“Emigrar es desaparecer para después renacer. Inmigrar es renacer para no desaparecer nunca más”. Se puede decir que, todas las personas se identifican de una forma u otra con la emigración. Si emigrar significa desplazarse desde el lugar de origen para iniciar un nuevo proyecto de vida en un nuevo espacio, ¿Quién no ha emigrado alguna vez? Y es ahí precisamente en donde se pueden encontrar diferentes interrogantes por las cuales hoy en día se defiende la actividad del trabajo legal en muchos países. Las condiciones actuales han variado de forma drástica en relación con las generaciones que nos precedieron. Según la historia hasta mediados del siglo XX, se podía decir que existía una cierta tendencia a permanecer en el lugar de procedencia familiar e incluso, lo normal, a continuar la trayectoria de la familia. En la actualidad, las modificaciones que se han producido en las sociedades modernas llevan a periódicas situaciones de cambio que ha hecho que la emigración se vuelva una alternativa de sustentabilidad humana.na rutina de las más peligrosas que enfrenta la sociedad actual.

¿Por qué se emigra?


Teniendo en cuenta las trabas que los países receptores plantean a las personas inmigrantes, una perspectiva incierta de mejora y las propias dificultades que conlleva el proyecto migratorio, ¿cuáles son las razones que impulsan a miles de personas a desplazarse a lo largo de todo el planeta? Es muy fácil darse cuenta cuales son las razones que aquejan a las personas y que las conllevan a tomar grandes decisiones, en esta oportunidad se habla de la lucha por el pan de cada día, que es el sustento diario de una familia y por el cual se desatan hasta guerras, cuando estas se pueden evitar. Pero también, si bien la emigración es hasta un tanto obligatoria, por qué hay personas que se oponen?, Por lo general cuando se emigra es en busca de una mejora, por ejemplo: un estudiante emigra a la ciudad o en muchos casos hacia otros países para llevar a cabo su proyecto de vida (finalizar sus estudios) o también para buscar un empleo después que ya es todo un profesional. No obstante hay grandes excepciones, es el caso de personas que se dedican a hechos delictivos; muchas personas a causa de un delito se desplazan a otro lugar luego en este nuevo sitio vuelven a cometer otro delito o bien son personas que por decirlo así, se dedican al tráfico de drogas o de otro tipo, como lo es el tráfico de niños. En términos individuales es difícil determinar una sola razón por la que se inicie la idea de emigrar. En una persona pueden confluir multitud de factores que, entrecruzados, culminan en el proyecto migratorio. Lejos de la imagen estereotipada de la emigración por causas económicas, nos encontramos con multitud de perfiles: personas refugiadas, estudiantes, trabajadores y trabajadoras cualificadas, personas jubiladas y empresarias, movidas por multitud de causas. Entre las más conocidas está la búsqueda de una salida laboral o escapar de situaciones que atentan contra la integridad y la seguridad, como es el caso de miles de personas refugiadas y desplazadas que huyen de contextos bélicos o violentos. Junto a estas razones, la búsqueda de unas condiciones dignas de vida o el desarrollo personal son motivos suficientes para iniciar el viaje. Es importante saber que, generalmente, la decisión de emigrar suele estar influida por el contexto social.

jueves, 27 de noviembre de 2008

LA EMIGRACIÓN Y SU HISTORIA



Breve historia de las Migraciones

Al hablar de inmigración es conveniente recordar los periodos históricos que precedieron al actual. La fragilidad de la memoria de los pueblos y la tendencia a ocultar situaciones difíciles que se han vivido con anterioridad nos hace olvidar datos importantes que han marcado, a lo largo de los siglos, la historia de la humanidad. Sólo desde el contexto histórico y considerando las variables económicas y sociales, podremos comprender los motivos por los que emigran, personas procedentes de todos los continentes y que llegan a los países de destino con la expectativa de permanecer por un tiempo o, tal vez, de construir una vida aquí.
Desde el Paleolítico hasta nuestros días, los seres humanos nos hemos desplazado por los territorios y continentes por muy distintas razones
En la antigüedad Cartago, Grecia y Roma organizaban flujos emigratorios como método para exportar el “excedente” social que se acumulaba en sus fronteras interiores. Así se aseguraban que mantenían el orden político.



Con el descubrimiento de América, miles de personas emigraron a los nuevos territorios. Los Estados Unidos del Norte son el mejor ejemplo de un territorio poblado por sucesivas olas de inmigración.

En el siglo XIX un puñado de países inician la conquista de buena parte del planeta. Cuando no lo ocupaban se establecían en los territorios a través de su supuesta superioridad económica y social. Exportaban personas y negocios, asolando los sistemas sociales y económicos de las zonas donde se establecían. De esta forma Europa corregía problemas como el exceso de población o de pobreza y se enriquecía económicamente a costa de los países que colonizaba.

A lo largo de una vida se pueden realizar diversos desplazamientos por razones laborales, familiares, de estudios, etc. Lo habitual ahora, es encontrarse en una situación y en un entorno social muy diferente al que conocieron los progenitores. Ciertamente podemos decir que son muy pocas las personas que mueren en el mismo lugar en que nacieron. Todo lo antes mencionado nos hace pensar que la emigración es como una herramienta de supervivencia, pero lo lamentable es que en muchos casos hay que arriesgar la vida para llevar a cabo dicha actividad, y como ya de todos es conocido; no podemos sobrevivir sino emigramos, es esa la verdad, es decir; se tiene que salir del hogar por el sustento más importante de la vida. Pero claro, lo incomprensible es que la emigración hay muchos que la han tomado como un negocio a costillas de los más pobres del mundo y encima de todo eso podemos ver como las personas que lograron llegar a su destino también sufren una gran discriminación.
Cada uno y cada una experimentamos diferentes cambios a lo largo de la vida hasta el punto de que trasladarse ha comenzado a ser una alternativa normal en la vida actual.

Planteando las migraciones desde esta perspectiva, todos y todas podemos considerarnos migrantes porque la migración no es una opción asumida sólo por minorías, ni personas desesperadas: la migración es una opción de vida para millones de personas de todo el mundo; solo que vale mencionar que en este duro andar, no tod@s obtiene los mismos beneficios, ni logran todos sus objetivos porque en esta realidad juegan un papel muy importante las diferencias sociales.
Hoy, ser inmigrante es formar parte de un hecho cotidiano y universal.





La existencia de redes, personas cercanas o conocidas en el país de destino, por ejemplo, ayudará a tomar la decisión, ya que se cuenta con un referente para comenzar a organizar la nueva existencia.
La familia a veces es también quien elige a la persona más indicada para emigrar, la que más posibilidades de progresar tendrá.
No hay que olvidar que, una vez situada en el país de llegada, la persona inmigrante tenderá a traer al conjunto de parientes cercanos.

También la familia tiene una gran influencia al ser o la razón por la que la persona decide emigrar: como veremos más adelante, muchas mujeres emigran con el objetivo de ofrecer un mejor proyecto vital a los hijos e hijas, o bien, para elevar el nivel económico del grupo familiar.

Por qué la emigración se considera un

fenómeno mundial?
Si el acto de migrar es un hecho personal, el hecho migratorio es un acto social.
Son las personas y las familias las que emprenden el viaje pero las decisiones surgen y maduran en un contexto más amplio.
Desde esta perspectiva, los movimientos migratorios son considerados como un “fenómeno estructural de importancia mundial” tanto por su dimensión cuantitativa como cualitativa.

Las migraciones modernas están transformando el concepto monocultural y estático de las sociedades y culturas porque no se trata, como ocurrió en otros periodos históricos de un desplazamiento con perspectiva de retorno, sino de la construcción de un nuevo espacio intercultural común.
Las migraciones modernas se caracterizan por su tendencia al arraigo en el país de llegada con claras consecuencias para este y para el país de procedencia.

Pero la emigración no debe considerarse únicamente como un proyecto individual, sino como parte de un espacio amplio y global cuyas consecuencias revertirán en los planos económicos, sociales y culturales de todo el planeta.
Desde esta perspectiva podemos diferenciar entre la persona que emigra, el proyecto migratorio, los flujos migratorios y las modernas migraciones.
Globalización e Inmigración
En este tiempo, iniciado el siglo XXI, los distintos puntos del planeta se encuentran conectados en cuestión de segundos y se gestionan y producen intercambios a una velocidad inimaginable, entre puntos remotos del planeta, así como circulación de información o recursos materiales y económicos... pero las fronteras están abiertas para las transacciones, no para las personas.
Interconectados a tiempo real en todo el planeta
Lo que se suponía costes elevadísimos en tiempo y dinero, hoy se realiza en un máximo de cuarenta y ocho horas y a precios, sino accesibles, si abarcables a través de créditos o deudas, a través de organizaciones y personas sin escrúpulos. Vivimos en la aldea global. El mundo entero está interconectado.






Globalización es la capacidad de una sociedad y específicamente de su variable económica de funcionar en tiempo real en todo el planeta. Y tiene como consecuencia que:

Los países receptores de emigración responden de forma contradictoria. Por una parte desarrollan políticas migratorias restrictivas consiguiendo que un número importante de personas persistan en quedarse en el país de forma ilegal y tengan que adaptarse a vivir en situaciones de vulnerabilidad, a la vez que forman parte de un mercado de trabajo que les reclama. Estas medidas chocan, por un lado, con los derechos humanos y, por el otro, con las necesidades del mercado de trabajo que exige una oferta estable de mano de obra.
Su efecto en los países centrales del comercio mundial parece ser el de favorecer la radicación de los inmigrantes y de sus familias, modificando paulatinamente la composición étnica de estas sociedades; pero, en general, dichas medidas tienden a mantener la mano de obra inmigrada en situación de precariedad laboral y de exclusión social.
Se vive una revolución transnacional que está reestructurando la sociedad a escala planetaria y las migraciones internacionales son parte de este proceso.
Para tan grande situación los gobiernos deben crear leyes que protejan la estadía de los migrantes, sean del mismo país o de otro, como seres humanos que son tienen el derecho a que se les respete independiente su procedencia, son seres humanos que han arriesgado hasta a su vida en busca de un mundo mas justo para sus familiares…

martes, 18 de noviembre de 2008

EFECTOS DE LA EMIGRACION EN EL SALVADOR


En El Salvador, la emigración Hacia EE.UU se puede ver desde dos ópticas:
1. Se puede ver como una pérdida de recurso humano, que significa esto:

Bueno básicamente en que en un país se necesita del potencial humano, el cual ayuda al desarrollo de una nación. Como todos sabemos este país es un exportador de personas hacia EE.UU; a que se debe esta triste y hasta muy cruel realidad, sencillamente a que en El Salvador no hay ninguna fuente de empleo; es decir los gobiernos de nuestro país no se preocupan porque la población salvadoreña tenga una vida digna.




2. Como sostenimiento de la economía:
Es una realidad que el país de EE.UU es el que está proporcionado la mayor fuente de empleo para la economía salvadoreña, lo cual significa que El Salvador depende del trabajo que desempeñan a diario miles de salvadoreños en el país del Norte.

Si bien se puede ver, eso no se debe a que esto lo están haciendo con las leyes a favor, a pesar de ser mal pagados, ellos están sometidos a diferentes tipos de violencia, como los son: violencia psicológica, violencia física, violencia familiar, violencia patriarcal, etc., además de estar alejados de sus tierras natales, en donde se encuentra su familia, ellos se ven reprimidos por las leyes Estadounidenses en aquel país donde a la fuerza tienen que aprender a hablar un idioma con el cual nunca antes se habían familiarizado. Es fácil darse cuenta que si bien se tiene todo el pan de cada día, para muchas familias eso les ha costado hasta la pedida de uno o mas familiares en ese cruel andar. Con el 84% de la economía que mantienen nuestros hermanos lejanos a este país, hay muchos que se están aprovechando de dicho sufrimiento, ya que están estafando a la población en los diferentes productos que se comercializan.
También vale mencionar que si este dinero se cosechara en nuestro país; quizás no fuera tan descaradamente el robo a la gente más humilde de nuestro país.

Si América Latina fue antiguamente un clásico destino de emigración para los europeos, ahora es un subcontinente de emigración. De cada diez emigrantes mundiales, uno proviene de esta región y cada hora que pasa son 58 los latinoamericanos que abandonan su tierra.1 Hasta el final de las dictaduras de los últimos años noventa, los motivos que causaban la explosión de la emigración eran casi exclusivamente políticos, mientras que hoy las razones principales para abandonar el país natal, generalmente para siempre, son las perspectivas de encontrar trabajo y un salario mayor. Estados Unidos y España son los países receptores más importantes de esta ola de inmigración latinoamericana.

Quienes estudian temas relacionados con EEUU, tendrán que aprender un segundo idioma: el español. Según los últimos censos, un 14% de los ciudadanos estadounidenses son latinoamericanos o de origen latinoamericano. Incluso por delante de los afroamericanos, los llamados hispanics representan desde el año 2000 la minoría más numerosa de EEUU. Aunque EEUU no es oficialmente bilingüe –hace algunos años se denegó esta cuestión en California–, el habla mayoritaria en muchas ciudades y en algunos estados es el español. Los 23 millones de mexicanos residentes en EEUU forman el grupo más importante, no sólo de latinoamericanos, sino de todos los inmigrantes en EEUU. Mediante la emigración llevan a cabo la conquista demográfica y cultural de los territorios antaño perdidos frente a EEUU, como California, Nuevo México y Texas.

La situación real en El Salvador es que, son pocas las personas que se benefician de el gran esfuerzo que ya millones de personas están haciendo en el país del Norte; porque el dinero lo están recogiendo y con el mismo explotando a la clase pobre. El sufrimiento no se queda ahí sino que se puede ver como miles de madres lloran la pérdida de un hijo que ya no aguantaba más las calamidades que sufría su familia y que por tal motivo un día decidió irse en busca de una vida diferente y con un sueño del que no sabía si iba a despertar algún día.
Además de estos atropellos que se tienen que pasar, también el reflejo de esta cruda realidad se ve en la poca atención que ponen los gobiernos en el tema de la educación, la educación se ha descuidado tanto que ya muchos jóvenes no quieren asistir a clases; ellos dicen que para que van a estudiar, si al final no hay trabajo en este país, estos son jóvenes que no ven ninguna esperanza de vida en su propia tierra y por tal razón, se deciden hasta perder la vida.


La desintegración familiar, también es otra de las consecuencias que se ven en este país ante tan grande fenómeno, ya las madres solteras no pueden con el cuido de sus hijos(as), ya ellos deciden que hacer, más que todo el sexo masculino. Muchos de ellos se ven involucrados con pandillas que es uno de los fenómenos que ha azotado muy fuerte a El Salvador en los últimos años.


El Salvador, cuya economía depende en 84 por ciento de las remesas, y cuyo producto va sobre todo a parar a los círculos económicos y políticos que la fomentan. "El negocio es redondo -consideró un especialista-. Buena parte de las remesas llegan mediante bancos que captan una comisión en Estados Unidos; pasan de la población a los supermercados, propiedad de los mismos banqueros; los supermercados las depositan en los bancos, éstos se los prestan a las empresas importadoras, propiedad de los mismos banqueros, y de allí vuelven a Estados Unidos, pero como las importaciones no son parte del PIB nacional, no se genera crecimiento económico". ¿Será este también el destino que le aguarda al desarrollo actual de la economía Salvadoreña, ya dependiente en buena medida del dinero que envían nuestros migrantes? Ello depende de los planteamientos y posiciones que asumamos al respecto.

Lo cierto es que por el momento el comunicado lamenta la actuación actual del gobierno Salvadoreño, al que califica de "gendarme de sus propios migrantes y de los migrantes de los pueblos hermanos de Centroamérica, colocado hipócritamente por el gobierno estadunidense para cuidar de manera discrecional y selectiva el sur de sus fronteras".


Pero al final que cada quien juzgue con sus propios ojos la dura realidad que se vive en aquel país y con sus grandes efectos en El Salvador. No es cosa que así quizo Dios y que por eso hay que a rodillarnos para sea su voluntad; esta es una verdad que se a generado gracias a egoismo de unis cuantos, que ya los hace perder hasta a sus propios familiares.