jueves, 27 de noviembre de 2008

LA EMIGRACIÓN Y SU HISTORIA



Breve historia de las Migraciones

Al hablar de inmigración es conveniente recordar los periodos históricos que precedieron al actual. La fragilidad de la memoria de los pueblos y la tendencia a ocultar situaciones difíciles que se han vivido con anterioridad nos hace olvidar datos importantes que han marcado, a lo largo de los siglos, la historia de la humanidad. Sólo desde el contexto histórico y considerando las variables económicas y sociales, podremos comprender los motivos por los que emigran, personas procedentes de todos los continentes y que llegan a los países de destino con la expectativa de permanecer por un tiempo o, tal vez, de construir una vida aquí.
Desde el Paleolítico hasta nuestros días, los seres humanos nos hemos desplazado por los territorios y continentes por muy distintas razones
En la antigüedad Cartago, Grecia y Roma organizaban flujos emigratorios como método para exportar el “excedente” social que se acumulaba en sus fronteras interiores. Así se aseguraban que mantenían el orden político.



Con el descubrimiento de América, miles de personas emigraron a los nuevos territorios. Los Estados Unidos del Norte son el mejor ejemplo de un territorio poblado por sucesivas olas de inmigración.

En el siglo XIX un puñado de países inician la conquista de buena parte del planeta. Cuando no lo ocupaban se establecían en los territorios a través de su supuesta superioridad económica y social. Exportaban personas y negocios, asolando los sistemas sociales y económicos de las zonas donde se establecían. De esta forma Europa corregía problemas como el exceso de población o de pobreza y se enriquecía económicamente a costa de los países que colonizaba.

A lo largo de una vida se pueden realizar diversos desplazamientos por razones laborales, familiares, de estudios, etc. Lo habitual ahora, es encontrarse en una situación y en un entorno social muy diferente al que conocieron los progenitores. Ciertamente podemos decir que son muy pocas las personas que mueren en el mismo lugar en que nacieron. Todo lo antes mencionado nos hace pensar que la emigración es como una herramienta de supervivencia, pero lo lamentable es que en muchos casos hay que arriesgar la vida para llevar a cabo dicha actividad, y como ya de todos es conocido; no podemos sobrevivir sino emigramos, es esa la verdad, es decir; se tiene que salir del hogar por el sustento más importante de la vida. Pero claro, lo incomprensible es que la emigración hay muchos que la han tomado como un negocio a costillas de los más pobres del mundo y encima de todo eso podemos ver como las personas que lograron llegar a su destino también sufren una gran discriminación.
Cada uno y cada una experimentamos diferentes cambios a lo largo de la vida hasta el punto de que trasladarse ha comenzado a ser una alternativa normal en la vida actual.

Planteando las migraciones desde esta perspectiva, todos y todas podemos considerarnos migrantes porque la migración no es una opción asumida sólo por minorías, ni personas desesperadas: la migración es una opción de vida para millones de personas de todo el mundo; solo que vale mencionar que en este duro andar, no tod@s obtiene los mismos beneficios, ni logran todos sus objetivos porque en esta realidad juegan un papel muy importante las diferencias sociales.
Hoy, ser inmigrante es formar parte de un hecho cotidiano y universal.





La existencia de redes, personas cercanas o conocidas en el país de destino, por ejemplo, ayudará a tomar la decisión, ya que se cuenta con un referente para comenzar a organizar la nueva existencia.
La familia a veces es también quien elige a la persona más indicada para emigrar, la que más posibilidades de progresar tendrá.
No hay que olvidar que, una vez situada en el país de llegada, la persona inmigrante tenderá a traer al conjunto de parientes cercanos.

También la familia tiene una gran influencia al ser o la razón por la que la persona decide emigrar: como veremos más adelante, muchas mujeres emigran con el objetivo de ofrecer un mejor proyecto vital a los hijos e hijas, o bien, para elevar el nivel económico del grupo familiar.

Por qué la emigración se considera un

fenómeno mundial?
Si el acto de migrar es un hecho personal, el hecho migratorio es un acto social.
Son las personas y las familias las que emprenden el viaje pero las decisiones surgen y maduran en un contexto más amplio.
Desde esta perspectiva, los movimientos migratorios son considerados como un “fenómeno estructural de importancia mundial” tanto por su dimensión cuantitativa como cualitativa.

Las migraciones modernas están transformando el concepto monocultural y estático de las sociedades y culturas porque no se trata, como ocurrió en otros periodos históricos de un desplazamiento con perspectiva de retorno, sino de la construcción de un nuevo espacio intercultural común.
Las migraciones modernas se caracterizan por su tendencia al arraigo en el país de llegada con claras consecuencias para este y para el país de procedencia.

Pero la emigración no debe considerarse únicamente como un proyecto individual, sino como parte de un espacio amplio y global cuyas consecuencias revertirán en los planos económicos, sociales y culturales de todo el planeta.
Desde esta perspectiva podemos diferenciar entre la persona que emigra, el proyecto migratorio, los flujos migratorios y las modernas migraciones.
Globalización e Inmigración
En este tiempo, iniciado el siglo XXI, los distintos puntos del planeta se encuentran conectados en cuestión de segundos y se gestionan y producen intercambios a una velocidad inimaginable, entre puntos remotos del planeta, así como circulación de información o recursos materiales y económicos... pero las fronteras están abiertas para las transacciones, no para las personas.
Interconectados a tiempo real en todo el planeta
Lo que se suponía costes elevadísimos en tiempo y dinero, hoy se realiza en un máximo de cuarenta y ocho horas y a precios, sino accesibles, si abarcables a través de créditos o deudas, a través de organizaciones y personas sin escrúpulos. Vivimos en la aldea global. El mundo entero está interconectado.






Globalización es la capacidad de una sociedad y específicamente de su variable económica de funcionar en tiempo real en todo el planeta. Y tiene como consecuencia que:

Los países receptores de emigración responden de forma contradictoria. Por una parte desarrollan políticas migratorias restrictivas consiguiendo que un número importante de personas persistan en quedarse en el país de forma ilegal y tengan que adaptarse a vivir en situaciones de vulnerabilidad, a la vez que forman parte de un mercado de trabajo que les reclama. Estas medidas chocan, por un lado, con los derechos humanos y, por el otro, con las necesidades del mercado de trabajo que exige una oferta estable de mano de obra.
Su efecto en los países centrales del comercio mundial parece ser el de favorecer la radicación de los inmigrantes y de sus familias, modificando paulatinamente la composición étnica de estas sociedades; pero, en general, dichas medidas tienden a mantener la mano de obra inmigrada en situación de precariedad laboral y de exclusión social.
Se vive una revolución transnacional que está reestructurando la sociedad a escala planetaria y las migraciones internacionales son parte de este proceso.
Para tan grande situación los gobiernos deben crear leyes que protejan la estadía de los migrantes, sean del mismo país o de otro, como seres humanos que son tienen el derecho a que se les respete independiente su procedencia, son seres humanos que han arriesgado hasta a su vida en busca de un mundo mas justo para sus familiares…

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